viernes, junio 17, 2011

La cara de Nirvana (Tetris Infinitum)





El Tetris como todas las demás disciplina posee ciertas estratagemas que garantizan cierto margen de éxito, sin embargo, como todo buen jugador de piedra, papel o tijera comunicar, no hay mucha estrategia contra el azar.

Una teoria que nunca he visto explicita es la que enunciare a continuación.

Yo, como muchos, experimento cierto delirio cuando juego demasiado seguido al Tetris, y ocurre cuando me encuentro en el borde del portal del sueño o me distraigo.

Cierro los ojos e imagino las piezas ("tetrominos") caer. Trato de concebir todas las posibles combinaciones, de manera de interiorizarme de toda circunstancia y poder resolverla.

En base a esto he concebido el Tetris no como un juego exclusivamente consciente sino más bien como un juego que sucede en el consciente al momento de jugarlo y en el inconsciente todo el tiempo. Porque quizás mientras dormimos, mientras nos distraemos, nuestro inconsciente filtra las piezas, las combina y recombina, resuelve las combinaciones.

Quizás el Tetris no termine nunca, la cascada de piezas, producto de todas las permutaciones de cuatro unidades cuadradas básicas continúe dentro de nuestra mente ad infinitum, tratando inútilmente de resolver toda combinación de piezas,  inútilmente pues el Tetris solo se pierde.

El momento de nirvana donde nos volvemos uno con el juego.
Este momento es el que se busca en toda disciplina cuando el jugador, el practicante, el discípulo, se vuelve uno con su instrumento, sea cual fuere, para trascender los limites normales. Llegando a un nivel de interiorización de todas las posibles variables que puede reaccionar automáticamente.
Ese instante donde nos fundimos, donde vemos todo, y reaccionamos de manera perfecta, donde fluimos con el juego. La mente se nos pone en blanco, y adquirimos una perspectiva de todo lo que nos ha sucedido en la vida, como proyectado frente a nosotros, lo bueno, lo malo y lo feo.
Ese momento es un instante, y es fugaz, pero nos brinda perspectiva, nos brinda armonía y unidad.

Por un instante, fuimos completos, fuimos uno, y no distinguimos limites entre uno y el otro.

Ese instante, todos aquellos que practicamos cualquier cosa con perseverancia, perseguimos ese instante donde adquirimos unidad.
Donde trascendemos nuestra identidad individual.
El Nirvana en cierto sentido, pues es la momentánea disolución del ego.

...
El Tetris es también una disciplina, con la posibilidad de ese instante.


...
Los jugadores de Tetris saben de antemano que van a perder (por lo menos en el clasico modo sinfín), pues el Tetris no tiene condición de ganar, uno se cansa, se aburre o pierde.

A pesar de esto, se sigue jugando. El Tetris nos enseña una lección tremendamente valiosa;

Que sea imposible no significa que podamos dejar de intentarlo. 

La revolución es un sueño eterno.. 

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